Tras estas palabras....se armó la de Dioos, los Delineantes estallaron en aplausos y exclamaciones, se escucharon frases como "viva la madre que te parió", (sinceramente me hubiera gustado estar en ese momento en el que 200 Delineantes se juntan y con ilusiones quieren luchar por la Profesión, en fín, continuamos)
Por cierto, y a cuento de la Ley de 1955 he encontrado este libro (no está completo evidentemente), pero parece interesante;
Se levantó sesión y poco más sacan a hombros a José María, cada vez estaba más nervioso y confuso con lo que acababa de iniciar, con sólo unos pensamientos.
Cuatro días después, fueron llamados al despacho de Carrés (José María y Jerez), allí se encontraba el fundador de la Agrupación de Delineantes, D. Fermín Álvarez Pedrosa (Asturiano), lo llevaron para quitar hierro al asunto pero él estaba tan convencido como nosotros de la necesidad de dar un salto cuantitativo a la profesión, que todos sus ideales nacional-sindicalistas que se le suponían por parte de la jerarquía se vinieron abajo.
Se dio el visto bueno para la realización de los Estatutos del Colegio Profesional Sindical de Delineantes" (aquí nacen los Colegios Profesionales de Delineantes, esos que tanto repudiamos ahora, y tanto costó crearlos).
Para los Estatutos se asesoraron a través del Colegio de Ingenieros Industriales, y se copiaron los suyos, ya que eran muy completos. Se presentaron en Asamblea, se aprobó a los dos meses y comenzaron las colegiaciones, a los dos días de la creación del Colegio, Madrid había colegiado 580 Delineantes, y tuvimos que organizarlo por número de afiliados. A José María le correspondió el Nº 27, el cuál aún conserva, mismo número en el Colegio Provincial. En el Colegio de la Rioja posee otro número, aunque en el carnet figura el número que posee a nivel nacional.
Después de todos estos acontecimientos y con los Colegios recién nacidos, José María dimite de su cargo, ya que cree que el nuevo colegio necesitaba otro rumbo, otras ideas y elementos nuevos, y tras esto comienza la batalla. Por un lado los que no querían moverse y por otro los que creían necesarias unas elecciones Democráticas...(eeee, uuuf, ¿no os sigue sonando esto?, pues hasta aquí dejo esta nueva entrega)
Continuará...
Artículo de Javier Couce López